Los Movimientos eclesiales...

Lic. Daniel Martini

“Los Movimientos eclesiales y las nuevas comunidades son hoy signo luminoso de la belleza de Cristo y de la Iglesia, su Esposa. Vosotros pertenecéis a la estructura viva de la Iglesia. La Iglesia os agradece vuestro compromiso misionero, la acción formativa que realizáis de modo creciente en las familias cristianas, la promoción de las vocaciones al sacerdocio ministerial y a la vida consagrada que lleváis a cabo en vuestro interior. También os agradece la disponibilidad que mostráis para acoger las indicaciones operativas no sólo del Sucesor de Pedro, sino también de los obispos de las diversas Iglesias locales, que son, juntamente con el Papa, custodios de la verdad y de la caridad en la unidad” Benedicto XVI al II Congreso Mundial de Movimientos Eclesiales y nuevas comunidades, mayo 2006
Si las instituciones y movimientos muestran la belleza de una Iglesia, esta historia prueba la singular belleza de la Iglesia diocesana en Lomas de Zamora.
Una belleza que se expresa en la diversidad de dones y carismas, en la perseverancia en el tiempo, en la renovación de las añejas estructuras, en el surgimiento constante de nuevas expresiones de la “belleza de Cristo”, en el dinamismo misionero.
Pasemos a ver:
Ya por los años ´50, la Iglesia tenía por estas tierras una fuerte presencia institucional y una fuerte actuación del laicado. El Círculo Católico de Obreros, los primeros grupos Scouts, la Sociedad San Vicente de Paul, la Acción Católica Argentina e incluso la Junta Regional de Educación Católica precedieron el nacimiento de la Diócesis.
El nacimiento de la nueva Diócesis y las primeras decisiones de los obispos Castellanos y Schell multiplicaron las iniciativas. Así, entre 1957 y 1959, quedan constituidas la Obra de las Vocaciones Sacerdotales, la Fraterna Ayuda Cristiana (antecesora de Caritas), la Legión de María, el Movimiento Familiar Cristiano y la Junta Catequística Diocesana, a los que se sumaría el Apostolado de la Oración en 1961.
La primavera de la Iglesia que anunció el Concilio Vaticano II prodigó sus frutos sobre nuestra Iglesia particular. Jornadas de Vida Cristiana se instala en la Diócesis en 1967, las Obras Misionales Pontificias en 1968, los Cursillos de Cristiandad en 1970, el Servicio Sacerdotal de Urgencia en 1976 y los Encuentros Matrimoniales en 1979.
Siempre bajo el influjo del espíritu conciliar, los ´80 son la década de llegada a Lomas de la Orden Franciscana Seglar, del movimiento de Schoenstatt, de la Agrupación de Esposas Cristianas y de la Renovación Carismática Católica.
En los ´90 nace el Centro de Espiritualidad Padre Cepeda de Glew y llegan los Equipos de Nuestra Señora. Ya en los últimos años, monseñor Collino crea en 1999 la Comisión de Pastoral Bíblica y en 2000 la de Diálogo Interreligioso. Ese mismo año nacen los Encuentros de Evangelización “Vírgen Gaucha”.
En 2002, monseñor Radrizzani crea en la Diócesis la Pastoral Carcelaria, recibe de buen grado la llegada del Movimiento de Soledad Mariana. En 2006, se consolida el proceso de unidad de los Scouts con el nombramiento del primer capellán diocesano.
Pero no sólo las instituciones nuevas surgen y crecen, sino que las añejas se renuevan y se hacen fieles al Concilio. La Acción Católica, por caso, vivió en los ´90 un profundo proceso de renovación que dio a luz un nuevo Proyecto Institucional y la reforma de los Estatutos y Reglamentos.
Lomas de Zamora mostró también la riqueza y la generosidad de sus dirigentes que constriubyeron al crecimiento y afianzamiento de instituciones y movimientos en el país. Legión de María y Jornadas de Vida Cristiana, por caso, llegaron a nuestra Diócesis y desde aquí se expandieron al país. Sería innumerable la lista de dirigentes de nuestra Iglesia que prestaron servicios a la Iglesia en la conducción nacional de sus instituciones y movimientos.
Pero si hay algo que hace particularmente bella una Iglesia son sus santos. Y la Iglesia en Lomas de Zamora los ha tenido…
Uno de ellos, está en camino de su glorificación: es el siervo de Dios Alfonso Lambé, cuya causa está en el final de la etapa diocesana. Alfonso Lambé fue un irlandés que, al igual que en tantos países de América Latina, promovió en Argentina la implantación de la Legión de María. Fue particularmente intenso su trabajo en nuestra diócesis donde acompañó el nacimiento del primer grupo del país en la parroquia de Adrogué.
Pero son muchos los que más o menos conocidos, han dejado a quienes los conocieron y trataron su fama de santidad que aún perdura y que nos anima a profundizar su compromiso de amor a Cristo, a la Iglesia y a los hermanos.
Muchos conocerán al casi legendario Juan Vázquez, el dirigente de la Acción Católica que llegó a ser presidente mundial de los Jóvenes y que, en condición de laico, participó y disertó en el Concilio Vaticano II.
También es sobradamente conocido el Padre Franz de Vos, el sacerdote belga que desde nuestra Diócesis se transformó en el otro nombre de la Catequesis en nuestro país. O el Padre Lavolpe, cuyo nombre está íntimamente asociado a la tarea de Caritas Diocesana.
Pero quizás no lo son tanto el vicentino José María Garbi, ni las columnas que sostuvieron la tarea de Caritas Diocesana, Lucien Recalt y María Teresa Mathieu, ni los padres del Verbo Divino Adan Recofsky y Adolfo Ruhl que trajeron e implantaron en nuestra Diócesis y en la Argentina, las Jornadas de Vida Cristiana.
Así la lista podría seguir casi hasta el infinito…
Gracias a tus frutos de santidad, Iglesia en Lomas de Zamora, te podemos conocer y admirar tu belleza en estos 50 años de vida.

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