jueves, 17 de abril de 2008

MANUEL APARICI

TESTIMONIOS DE UNA VIDA EJEMPLAR


«Capitán de Peregrinos», Presidente Nacional de los Jóvenes de Acción Católica de España y, una vez ordenado sacerdote, Consiliario Nacional de los mismos. Es una de las figuras más importantes de la Iglesia española del siglo XX, humilde converso, apóstol infatigable y apóstol con vocación de crucificado, que él mismo pidió al Señor y éste le concedió; él, con su tesón, hizo revivir, y de qué modo, el Camino de Santiago; él fue el artífice y el alma de la magna peregrinación mundial juvenil a Santiago de Compostela el 28 de agosto de 1948; él fue el creador en 1940 de los Cursillos de Adelantados, Jefes y Guías de Peregrinos para dar base espiritual honda a los jóvenes «adelantados» camino de Santiago, y después antecedente de los Cursillos de Cristiandad, los cuales recogen entre otros muchos elementos el espíritu peregrinante de Manuel Aparici.; él fue ....
Eduardo Bonnín pensó en él como líder a nivel nacional (España) y quizás mundial. Pero no pudo ser porque ya estaba muy enfermo, y, aún así, continuó dando Cursillos hasta que sus fuerzas se lo permitieron, prácticamente hasta su santa muerte. Recorrió toda España dando Cursillos.
Con su palabra y su ejemplo, como apóstol seglar y como sacerdote, nos enseñó a hacer de nuestra vida una peregrinación: «Caminar por Cristo al Padre, a impulsos del Espíritu Santo, con la ayuda de María y llevando consigo a los hermanos».
Veinte años después de haber sido formulada esta definición, el Concilio Vaticano II, en todos sus documentos, proclama el carácter peregrinante de la iglesia y la espiritualidad que de ella se deriva, y así lo proclama la liturgia.
«A pesar de ser un hombre de su tiempo, su actualidad para la Iglesia no ha decrecido en esta difícil coyuntura [...]», afirman los Peritos Teólogos en su Informe. Y añaden: «Sí, Aparici, siendo hombre de su tiempo, es, a la vez, actual por la urgencia con que nuestra sociedad necesita de esa «Vanguardia de Cristiandad» que en aquellos años de guerra y postguerra él alentó».
«Sus ideales peregrinantes, de santidad y apostolado, del papel del seglar en la Iglesia, etc. son tan actuales hoy como lo fueron en su época», asegura, por su parte, InfoMadrid. Servicio Agencia Noticias Arzobispado de Madrid, Delegación de Medios de Comunicación Social. Oficina de Información en su número del 19 de marzo de 2002.
«Habrá que despertar –escribe José Luis López Mosteiro, testigo–en los de “ahora” el conocimiento de MANOLO como guía de santidad y habrá que entusiasmar a los mayores [...]. Una vez más ¡Dios ayuda y Santiago! Vamos adelante [...]» (BORDÓN DE PEREGRINO Mayo 2001).
«En estos momentos de la Iglesia –decía Mons. Francisco Javier Martínez Fernández, siendo Obispo Auxiliar de Madrid a la Asociación de Peregrinos de la Iglesia en el acto de apertura de la Causa de Canonización del Siervo de Dios– son muy necesarios los testimonios de una vida seglar cristiana, que muestre la belleza de la fe en medio de la realidad cotidiana de los hombres. «Tenéis –dijo a los miembros de la Asociación de Peregrinos de la Iglesia en el acto de apertura de su Causa de Canonización– el deber de difundir su figura, su obra y la fecunda experiencia de toda aquella época para el bien de la Iglesia» (BORDÓN DE PEREGRINO Agosto 1994).
Estiman los testigos en su Causa de Canonización que debe ponerse sobre el candelero una vida ejemplar digna de imitación y rica en enseñanzas. La vida de este gran varón cristiano y apostólico, heraldo de Cristo, bien merece la pena ser conocida por las nuevas generaciones, ya que sigue siendo una referencia sin ambigüedad, faro y modelo singular del apostolado seglar más genuino y ortodoxo, así como del sacerdocio más exigente.
Todos ellos se pronunciaron favorablemente a la introducción de la Causa. Estiman seriamente que su canonización será provechosa para la Iglesia: ejemplo para la juventud y para los sacerdotes y piden al Señor quiera llevarla adelante.
«Siempre es bueno y oportuno dar a conocer a estas personalidades que han marcado una época, sobre todo cuando se trata de época tan especial como la que vivió Manolo Aparici [...]. Me parece –declara el Rvdo. D. Antonio Garrigós Meseguer– que, un estudio inteligente de Manolo y su época puede ser muy iluminador hoy en la Iglesia» .
«Fue un laico ejemplar –afirma Mons. Mauro Rubio Repullés–, que en sus años de Presidente de la Juventud de Acción Católica dio un impulso definitivo a la Acción Católica juvenil comprometiéndola a fondo con Jesucristo y su Iglesia. Su ejemplo personal supuso no sólo el avance definitivo del apostolado seglar en España, sino que influyó en la aparición de numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas en todo el país y entre ellas la mía» .
«Fue también –escribe Enrique Torres también en SIGNO – el creador de un estilo de buscar la santidad, remozando los clásicos motivos de su mística andariega, olvidada o dormida bajo la losa de un pecado de generaciones tibias e indiferentes ... Humilde, casi olvidado, el que formó una generación de hombres que tanto ha influido en el renacer espiritual y social de España –Prelados, ministros, embajadores, catedráticos, dirigentes– pasó los últimos años de su vida en un santo y callado peregrinar. Era su lección y ejemplo. Era el testimonio con el que ha cerrado su vida y nos ha señalado el camino del triunfo porque morir en gracia santificante es triunfar [...]».
«Tenía un alma de auténtico apóstol de Cristo y se entregó sin reservas –asegura el Rvdo. D. Mariano Barriocanal–. Vino a ser lo que esperaba y fuertemente anhelaba, siendo el sacerdote santo, probado en el crisol de una larga y dolorosa enfermedad, que le sirvió para inmolarse y ofrecerse a Dios como víctima de propiciación a ejemplo del Sumo Sacerdote Jesucristo, inmolado en la Cruz» .
«Vivió ejemplarmente toda su vida y ésta es su heroicidad en la vida –dice Mons. Maximino Romero de Lema–. Y éste es hoy su mensaje: Como seglar, un joven que se convierte a Cristo en plena juventud y que valientemente, sin temores humanos, a velas desplegadas, se empeña en vivir el Evangelio, para llevarlo a todos los jóvenes, como luz de Cristo. Como sacerdote un ejemplo de fe, de obediencia, de humildad, de trabajo, de transparencia, de dar su vida al prójimo y de oración que alimentaba su vida interior» .
Y añade: «[...] Como dije en mi voto, le tengo por verdadero santo [...]» «Su espiritualidad contemplativa juntamente con el rigor de la observancia, su misión de paz, su obediencia sin fisuras, su humildad ante grandes y pequeños, por su aguante con buena cara ante las dificultades, por su amor a la Iglesia, le hacen un apóstol de nuestros tiempos sin él pretender ninguna originalidad, sino cumplir la voluntad de Dios».
Por todo ello nada mejor que dar a conocer algunos de los muchos testimonios recibidos –lo que haremos por próximos envíos– , todos ellos muy cualificados y altamente laudatorios de su valía tanto cuando vivía, como a raíz de su muerte y bastantes años después de su muerte, algunos de ellos de fechas recientes. Muchos de ellos se ofrecen en la Biografía publicada en Internet: www.peregrinosdelaiglesia.org
La Acción Católica Española ha manifestado su total adhesión y apoyo a su Causa de Canonización junto con su Obispo Consiliario General y Obispo de Ciudad Rodrigo, Mons. Atilano Rodríguez Martínez, en tanto que la Acción Católica Diocesana de Madrid, después de remozar y reestructurar su sede, ha dado su nombre a sus diversas salas. Una de ellas, especialmente significativa, la sala de juntas de la directiva, ha recibido la denominación de “Manuel Aparici” » (BORDÓN DE PEREGRINO Abril 2003).
Testimonios recibidos de las tres diócesis que constituyen actualmente
la provincia eclesiástica de Madrid porque el Siervo de Dios perteneció a
ella, cuando aún era Diócesis de Madrid-Alcalá

Acción Católica General de la Diócesis de Madrid

«Nos es grato reiterarnos por escrito, con todo cariño y afecto, que la Acción Católica General de Madrid, apoya de forma incondicional, con inmenso gozo e interés. Su Causa de Canonización. No cejéis, mejor dicho no cejemos, en el empeño. Pensamos que el bien que puede hacer el ejemplo de este gran apóstol seglar y sacerdote, es inmenso» (Su carta de fecha 21 de octubre de 2002).

Acción Católica General de la Diócesis de Alcalá de Henares

«Compartiendo con vosotros la alegría por esta Causa, queremos haceros patente nuestro incondicional apoyo, ya que, según se desprende de los testimonios aportados por las personas que le conocieron y convivieron con él, su vida y su obra son un “don de Dios” que ha quedado como referencia y ejemplo de ideal de santidad y apostolado para todos [...]» (Su carta de fecha 5 de noviembre de 2002).

Acción Católica General de la Diócesis de Getafe

«Quiero manifestaros nuestro esperanzado gozo. Es una alegría y un ejemplo para toda la Acción Católica el que un miembro suyo (después fue sacerdote consiliario de ella) haya vivido ejemplarmente su camino de santidad. Por eso, apoyamos y nos adherimos sinceramente a la Causa de Canonización» (Su carta de fecha 4 de diciembre de 2002).

Federación de Movimientos de la Acción Católica Española.
Secretaria general de la Acción Católica Española

«Os manifiesto nuestra adhesión y apoyo en esta Causa de canonización, convencidos de que la figura, la vida y la obra de Manuel Aparici, hoy supone un testimonio y un modelo ejemplar de apostolado para los seglares y también para los sacerdotes. Fue un auténtico apóstol, un hombre que amó y sirvió a la Iglesia [...]. A ejemplo suyo [...] también queremos poner a Jesucristo en el centro de nuestra vida y entregarnos a nuestros hermanos para ofrecerles la Buena Noticia del Evangelio. Seguro que Manuel Aparici nos servirá de estímulo en este empeño apostólico» (Su carta de fecha 27 de noviembre de 2002).

Mons. Atilano Rodríguez Martínez
Obispo de Ciudad Rodrigo y Obispo Consiliario General de la A.C.

En conversación con nuestros dirigentes les dijo: «Apoyo la Causa con toda ilusión. Se trata de un modelo de apóstol seglar y de sacerdote. Les animo a proseguir el camino emprendido. Cuenten con mi oración y mi apoyo».

Por su parte, la Asociación de Amigos del Camí de San Jaume de l´Ebre, Casa Coll, con sede en Vilalba dels Arcs, Tarragona, ha colocado en su oratorio la estampa del Siervo de Dios con su reliquia (un trozo de tela tocada a sus restos mortales) debidamente enmarcada (BORDÓN DE PEREGRINO Diciembre 2004).
A su vez, «El Consejo Diocesano de Laicos de Madrid hace una amplia referencia, en su Boletín de Febrero de 2004. “Diversos testigos de su Causa de Canonización, obispos, sacerdotes y seglares rememoraron su vida ejemplar» (BORDÓN DE PEREGRINO Marzo 2004).
Aunque creemos que no es necesaria esta observación, nos permitimos hacerla, sin embargo: Rogar al lector tenga muy presente a la hora de enjuiciar su figura, su vida y su obra el momento histórico –y las circunstancias– en que le tocó vivir–; juicio que no debe ni puede hacerse utilizando parámetros actuales.
Por último decir que la Archidiócesis de Madrid –entonces Madrid-Alcalá– , concluido el proceso diocesano, asumió su Causa de Canonización como parte actora, por tratarse de un sacerdote diocesano, que nació, vivió y murió con fama de santidad. La Asociación de Peregrinos de la Iglesia, que en 1993 promovió la incoación de la misma, sigue en la actualidad como parte actora junto a la Archidiócesis. Su Causa se encuentra en fase romana con presunto milagro incluido.

Carlos Peinó Agrelo
Peregrino, Cursillista, colaborador en la redacción de la Positio super virtutibus del Siervo de Dios Manuel Aparici.

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